Guía de información práctica del consumo preferente de alimentos

27/10/2022seguridad alimentaria

¿Sabes diferenciar correctamente entre la fecha de caducidad o la de “consumir preferiblemente antes de…»? Según la Comisión Europea, la mitad de los consumidores no conocen la distinción exacta entre las fechas de consumo que aparecen en el etiquetado de los productos de alimentación y por esa razón se produce un 20 % del desperdicio alimentario durante la fase de consumo final. Por ello, aprender la diferencia es de suma importancia, tanto para cuidar nuestra seguridad alimentaria como para evitar y reducir el desperdicio de alimentos. Afortunadamente, esta causa es muy fácil de solucionar con la información práctica y necesaria para no poner en riesgo nuestra salud ni desaprovechar alimentos que siguen siendo perfectamente aptos para su consumo.   

¿En qué se diferencian la fecha de caducidad y la fecha de consumo preferente?

La fecha de caducidad, también conocida como fecha límite o fecha máxima de consumo, es la que corresponde a los alimentos muy perecederos y debe ser interpretada de forma estricta e imperativa ya que, a partir de la fecha establecida, consumir tales alimentos implica un peligro para la salud.  De hecho, se trata de una información del etiquetado que tiene por finalidad prevenir riesgos sanitarios e informar al consumidor adecuadamente. 

Por el contrario, la fecha de consumo preferente debe interpretarse como una fecha de durabilidad mínima o recomendación de consumir el alimento dentro del periodo indicado porque es el tiempo en el que el alimento conserva el 100% de sus cualidades organolépticas de sabor, aroma o textura. Pasada esta fecha, el producto puede haber perdido parte de sus propiedades nutritivas pero su consumo no representa un peligro para la salud siempre que se hayan seguido correctamente las indicaciones del fabricante para su conservación.

¿Por qué el etiquetado de los alimentos incluye las fechas de consumo?

Las fechas de consumo son información relevante para proteger la seguridad alimentaria y su inclusión en el etiquetado es obligatoria por la normativa de la Unión Europea. En el caso de alimentos muy perecederos la fecha de caducidad advierte al consumidor que existe un riesgo para su salud pasada esa fecha.

Sin embargo, la fecha de consumo preferente está informando a los consumidores que el producto no presenta riesgo para la salud, pero sí puede haber perdido parte de sus propiedades. Aunque existen iniciativas para suprimir la fecha de consumo preferente del etiquetado para intentar evitar la confusión entre consumidores, lo cierto es que la mayoría desconfiaría a la hora de consumir un producto que no llevara ninguna fecha en la etiqueta y, ante la duda, se acaben tirando alimentos aptos para consumo, produciendo el efecto opuesto del que se pretende para reducir el desperdicio alimentario.   

A fin de determinar la vida útil de un alimento y, en consecuencia, fechar su periodo de consumo, los fabricantes tienen en cuenta la seguridad alimentaria a lo largo de la cadena. Se requiere, para ello, un análisis que integre la composición del producto, las etapas de elaboración, así como las distintas condiciones de conservación y almacenamiento desde su fabricación hasta que llega al consumidor final. A este pormenorizado análisis, lo habitual es añadir un margen de seguridad para preservar aún más nuestra salud.

¿Cómo estar seguro al consumir un alimento cuando se ha excedido la fecha de consumo preferente?

La fecha de consumo preferente es la que corresponde a alimentos que no son muy perecederos, tales como el arroz, la pasta, las galletas, el café, las latas de conservas, etc… No obstante, hay que observar algunas reglas básicas para no correr el riesgo de intoxicación. Las principales tienen que ver con las instrucciones de conservación que vienen indicadas en la misma etiqueta.

La regla de oro es no romper la cadena de frío por lo que observar la temperatura de conservación expresada en el envase es de suma importancia. En este sentido, la temperatura del frigorífico óptima debe ser entre 2º y 6º C. Además, sí se debe respetar el tiempo de consumo indicado una vez que el envase ha sido abierto, normalmente, entre uno y tres días.

En todo caso, hay algunas pistas que nos indican a simple vista (“u olfato”) que el alimento ya no es apto para su consumo:

  • Olor desagradable
  • Color anormal
  • Ausencia del característico sonido “click” al abrir la tapa
  • Latas deformadas
  • Envases hinchados

En estos casos, es probable que el alimento esté en mal estado y, por tanto, no hay que consumirlo por el riesgo que conlleva para la salud.

¿Cómo pueden optimizar los consumidores las fechas de consumo para evitar el desperdicio de alimentos?

Además de estar correctamente informados del distinto significado que tienen las fechas de consumo, existen otras sencillas prácticas que mejoraran la racionalización y el aprovechamiento de los alimentos en casa.

Una idea que siempre funciona es elaborar una lista antes de ir a la compra para ceñirse a lo que realmente sea necesario para el consumo semanal. A la hora de seleccionar los productos en el estante, revisar las fechas de caducidad y de consumo preferente a fin de evitar la acumulación de muchos alimentos perecederos en pocos días, así como las condiciones en las que se pueden congelar los alimentos una vez que estemos de vuelta en casa para alargar la vida útil y preservar la seguridad.

También es recomendable localizar las líneas de venta anti-desperdicio, tanto en los supermercados como tiendas online de alimentos excedentes o que no se han podido comercializar por el motivo que sea, pero siguen siendo completamente aptos para el consumo humano. Se trata de una forma inteligente de consumir productos de calidad a muy buen precio que, además, reduce objetivamente el desperdicio de alimentos y es una vía excelente para que productores y fabricantes recuperen valor y rentabilidad frente a las dificultades que actualmente están sufriendo por la fuerte subida de los costes de producción, entre otros problemas, que merecen nuestra reflexión y apoyo.